DÍA DE LA CIRUGÍA
En la mañana de su cirugía, recuerda que al entrar al edificio, la Directora de Quirófano, Catherine, “me hizo sentir mucho más relajada y rápidamente emocionada por mi experiencia quirúrgica. Me vestí con mi bata, me tomaron mis fotos prequirúrgicas y me reuní nuevamente con el Dr. Stevens para una consulta final que resolviera todas mis dudas.”
“Uno de los mayores temores que tenía sobre la cirugía era ser anestesiada. Ese miedo disminuyó en el momento en que conocí al anestesiólogo,” dice Rachel. Su anestesiólogo “se comunicaba mucho conmigo, era extremadamente compasivo y tenía un trato increíble – todo lo cual me mantuvo relajada.” La experiencia de Rachel después de la cirugía resultó igualmente tranquila.
“Cuando desperté de la cirugía, una de las enfermeras de Serenity (un centro de cuidado postoperatorio) vino a recogerme y llevarme de regreso a sus instalaciones. ¡Sentí como si estuviera en un hotel cinco estrellas! Lo mejor de todo es que mi familia sabía que al elegir un centro de cuidado postoperatorio, estaba en LAS mejores manos la noche de la cirugía – lo cual les dio mucha tranquilidad sobre mi seguridad.” Las enfermeras “extremadamente atentas” hicieron que Rachel se sintiera cómoda, y el personal del centro incluso la llevó de regreso a Marina Plastic Surgery Associates al día siguiente. Después de su examen postoperatorio, Rachel regresó a casa, encantada al descubrir que su dolor era mínimo. “Mis senos solo estaban adoloridos al tacto, y la liposucción se sentía como si hubiera hecho demasiado ejercicio en el gimnasio. ¡Casi no necesité tomar analgésicos! Quedé muy impresionada,” reflexiona.
